Diana Schuster, personajes que surgen como seres que nos guiñan, alma, naturaleza y vida. Diana Schuster, en su obra pictórica más reciente, indaga el conjunto de personajes y seres que conforman la idiosincrasia de la determinación de lo que es por si mismo, para orientar las energías pranicas, las energías primordiales solares en una danza de todas las danzas que en el mundo hay. Personajes que son seres fundamentalmente débitos, que forman parte de los elementales para ser de si mismos los conductores de las grandes energías que en el mundo han sido, son y serán. Seres que inciden en el conjunto de energías que viajan a la velocidad supersónica de la luz, que son luz en si mismos, cual hadas del bosque, con personajes celestiales que se transmutan en elementos del reino vegetal, volviendo claramente sutiles en un baile profundo, que surge del momento de la transformación de la propia existencia. diana crea paisajes emblemáticos de la naturaleza singular que se recrean a sí mismos, son partes de un todo complicado, que va más allá de las anécdotas, que son arte y todo de lo profundo de la propia experiencia de transmutación. Son la esencia consiguiente, la evidencia recurrente, en lo emblemático, en lo grandilocuente de lo fundamental. Los seres de Diana Schuster captan la luz del universo, transmitiendo la energía de los rayos del sol, protegiendo em medio ambiente. Dichos seres forman parte de una sabiduría celestial, energía pura cristalina, etéricos y prácticamente invisibles, cuyo cometido es ayudar a la materia a evolucionar desde su densidad evidente hacia un concepto avanzado de lo espiritual a partir e una estructuración de un mundo más interconectado no tan solo a partir de lo concreto, sino empezando por la constatación de la transformación continua de la existencia múltiple en diferente estudios. Trabaja ne técnica mixta, tinta y pastel, dentro de un planteamiento expresivo, en el que sobresale la elegancia del gesto de los seres, que parecen ser luz vegetal, llamas que crepitan en el alféizar de la puerta de sol del infinito de los tiempos. Joan Lluís Montané :: Asociación Internacional de Críticos de Arte (AICA) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . Diana Schuster Del cielo y de la tierra "La imaginación es una movilidad espiritual viva" Diana Schuster dibuja imágenes móviles. Una singular escritura gráfica resume su cinismo. El ritmo de esta escritura semeja a la visión de algunos creadores que percibieron el movimiento que posee la naturaleza, en especial el que manifiesta el cielo y la tierra, en su complejidad maravillosa. Las imágenes que surgen del inconsciente a través del automatismo lineal gráfico, la artista las proyecta sobre un soporte de papel, libre de toda sujeción crítica. Estas imágenes pertenecen al campo artístico de la surrealidad. Su obra particularmente se compone de medianos y pequeños formatos, más de las veces ordenados en "kakemonos", recordando los utilizados en la estampa japonesa. El trabajo que realiza con lápices, plumas, tintas y pasteles -sobre un soporte de papel elegido- constituye la base de un laboratorio donde la imaginación florece. Estudió con destacados maestros argentinos. Concurrió al taller de Guillermo Roux, y de Atos Díaz. Esta formación le ha permitido ensayar todo tipo de realizaciones plásticas. Su obra actual se inscribe en el campo visual figurativo, con la libertad de optar por nuevas resoluciones plásticas personalizando su técnica. La realización gráfica la concibe con al firme voluntad de profundizar su sentido simbólico. Diana Schuster trata de halar el estado creativo que libera las imágenes profundas. Con este objetivo ha desarrollado una escritura gráfica que tiende a un repertorio biomórfico. Pudimos observar en sus dibujos el ritmo del espermatozoide que danza con la fuerza rítmica de todo ser viviente, y la figura del arbol que, como arquetipo, engendra en su metamorfosis constante, figuras humanas que, enlazas, se elevan más allá de la linea del horizonte, al espacio infinito. La dibujante persigue esa fuerza que se manifiesta en la fluencia energética que engendra esos seres que pueblan su universo. Los trazos se dirigen hacia el espacio aéreo. Pero también esa misma fuerza desciende al mundo subterráneo para enterrar las raíces de los arboles añosos. Ese ir y venir entre el cielo y a tierra, es una poética que se expresa en su obra, cuya naturaleza observamos en la fantasía que trasciende de sus figuras. Un estudio de su iconografía nos va a resumir un mundo que promueve una teoría sobre el misterio de la creación. Es en el espacio oscuro y subterráneo donde se halla la savia nutriente de la tierra que alimenta todo crecimiento. Pero este elemento está ligado con el cielo, con el más allá de la realidad terrestre planetaria, y es allí donde la artista dirige sus pulsiones, indagando en las leyes del universo celeste. Diana Schuster creó la serie "del cielo y de la tierra" que puede abarcar una idea, una visión del mundo. La inscripción de su obra en la contemporaneidad puede sintetizar una visión del movimiento del alma. Estas reflexiones dibujadas en un lenguaje personal, es una manera de expresar su universo más íntimo, reflejado en el ritmo armónico de la naturaleza, y la realidad espiritual que la une a sus manifestaciones visuales. Rosa Faccaro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . "El arte es un territorio, complejo, una selva de verdades paralelas e inverificables, cuya elección no admite cuestionamientos porque proviene de los misterios de la personalidad… …Diana Schuster prefiere abordar honestamente los desafíos que encierra la difícil disciplina del dibujo, considerada por Ingres como la probidad del arte. Con el clásico recurso de la pluma y la tinta, la inquietud de la autora coloca el centro de sus indagación en un punto intermedio entre la realidad circundante y las ambiguas proyecciones del subconsciente: un paisaje de troncos llameantes y atormentados y un delta de raíces que no penetran en la tierra, crecen al conjuro de la líneas envolventes, tan entrelazadas y armoniosas como la trama deslumbrante de la naturaleza. Daniel Perez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . "Si el dibujo pertenece al los dominio del espíritu y el color a los de la sensualidad, es menester dibujar primero para cultivar el espíritu y poder conducir el color por una vía espiritual…" (Henri Matisse) Es así como Diana Schuster expresa su propio lenguaje, después de la búsqueda de un trabajo serio y constante, que es la forma de alcanzar este nivel que nos muestra en sus trabajos en tintas y pasteles. Ató Díaz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . La obra de Diana Schuster es muy personal. Contiene imágenes inquietantes, fantasmales. Entrelazamientos arbitrarios de siluetas. Cuerpos que procuran, acaso, la obsesión de comunicarse, de salvarse, encontrar la salida del laberinto complejo, que reclama (del otro, el visitante que explora) una atención concentrada no lineal. Los aspectos más logrados, a mi criterio, lo representan las siluetas. Los perfiles en búsqueda aparente de algo. Vaya a saberse qué. Y si se lo contempla con detenimiento puede percibirse que cada uno de los trazos mantiene su propia identidad. Trazos que asemejan a un oleaje embravecido o calmo, pero donde reposan, o se exponen, otros cuerpos. Cuerpos que flotan en la angustia de la penumbra, como si diseminaran energía (palabra clave en la obra): energía, variaciones de energía. Jorge Asís. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . "En lo profundo del silencio, una violenta alegría irrumpe en un mundo de difusas eternidades, en etéreos juegos de figuras que se mueven alongándose a sí mismas en un ritmo que va y viene, envueltas en tonalidades tenues y acarameladas de colores marrones muy saturados. Ellos brindan un perfecto encaje competitivo al marco referencial que desea darle, muy justamente,la autora de este cuadro, Diana Schuster. La lírica que predomina oculta una necesidad de vincular el mundo exterior con el interior de lo ideal, en el juego de lo irónico y lo casi real, en un universo de fantasías y gozo, como presenta esta hermosa obra de arte. Cada uno sabe como expresar tamaña emoción interna; sabe también como interpretará uno mismo el júbilo o el dolor ajeno. Las técnicas mixtas permiten al artista crear desde las nuevas formas, conjugar colores, alterar espacios, texturar superficies y lograr acabados tan interesantes como el presente, que fortifica en el espectador la necesidad de profundizar nuevas búsquedas y analizar otras perspectivas de análisis de todo el material producido. Es digno de destacar el esfuerzo de la autora por llegar al público e interesarlo en sus últimas experiencias artísticas" María Tamara Revythis . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. . . . . . . . . . "Como en un cuento fantástico,Diana Schuster nos introduce en la naturaleza imaginaria de su obra,para que nuestra imaginación vuele y se pose en cada una de estas rizadas ramas y anudados troncos.Se valio de la técnica del dibujo con tinta para transmitir una presencia sensible a través de la amplia gama de grises que prevalecen en la composición, y de este modo captar el misterio de un paisaje desolado.El trabajo con tinta requiere de suficiente certeza en la ejecución del trazo;asi ,el horizonte cercano se define por el cambio técnico entre el puntillismo de la tierra y la aguada del cielo.Los trazos mas intensos en primer plano generan una tensión dinámica que poco a poco va cediendo su presencia hasta convertirse en dibujo tenue hacia el fondo de la composición.Las líneas ondulantes crean una perspectiva ilusoria que organiza el "Bosque fantástico",dando titulo a su obra.Los espacios vacios entre los arboles otorgan el descanso necesario para que la mirada desentrañe los pliegues rugosos que caracterizan sus troncos.Del bosque posible que fue en otros tiempos,solo ha quedado la estructura de su organización.El tronco y las ramas retorcidas aluden quizás a un ultimo intento de defensa contra la muerte, y el permanecer aun en pie es el cruel testimonio de esa agonía. Julio Sapollnik

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